sábado, 28 de octubre de 2017

Plata como refugio económico

José Isabeles

Argentum, argento, silver, o simplemente plata, en cualquier idioma del que se trate, la plata es esencialmente uno de los metales preciosos más valiosos para la sociedad posmoderna. Desde que fue extraída por primera vez, hará unos 5 mil años, la plata ha ayudado a transformar a la sociedad, desde innumerables objetos hasta monedas como medio de intercambio.

La plata es un metal valioso por muchas razones, una de ellas es que es el mejor conductor de electricidad de todos los metales. En México, pese a todo, seguimos siendo el mayor productor de plata del mundo; Perú, China, Australia y Chile también la producen significativamente. Entre los diversos usos se encuentra que la plata mata microorganismos que son dañinos para la salud y también tiene un uso hospitalario; está en computadoras, celulares, automóviles, aparatos electrónicos y semiconductores o paneles solares, de acuerdo a información proporcionada por el Instituto de la Plata (The Silver Institute), en Estados Unidos.

Sin embargo, sea la plata tanto como el oro una convención mundial respecto del valor intrínseco que puedan llegar a tener como metales; también es cierto que en épocas de crisis económica y financiera adquiere mayor liquidez, ya que el dinero o papel-moneda tienden a hundirse, o lo que es lo mismo, a valer menos cada vez, y aunque es un tema complejo por las distintas aristas a través de las cuales se le debe abordar, también es verdad que actualmente en México nuestra moneda nacional (el peso) es la segunda peor moneda del mundo (y ya lo era desde 2016), de una muestra de 31 divisas de las más importantes, de acuerdo a Bloomberg.

En este fin de año y principios del 2018, que se avizoran turbulentos para México (el TLC es una de las causas), podemos optar por invertir en plata, que es además accesible comprar onzas por poco menos de 400 pesos cada una, ante la dificultad de comprar centenarios de oro por poco más de 30 mil pesos cada moneda. El papel-moneda no deja de ser deuda constante, y dicho sea de paso, estamos viviendo un momento en que se ha impreso desde 2008 con la última gran crisis financiera, miles de millones de dólares para salvar al sistema bancario, con respaldo en ninguna parte. Así, surge la onza de plata que en el 2000 alcanzó un precio de 62 pesos y 17 años después se vende en 391 pesos por onza Libertad. Algunos aseguran que está subvalorada y con tendencia alcista. Quizá sea tiempo de que resguarde sus papeles (dinero), no en más papeles, sino en metales preciosos.


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sábado, 21 de octubre de 2017

Ecuador: Destruyendo la década ganada

José Isabeles

Desde que el expresidente de Ecuador, economista Rafael Correa Delgado viajó a Bruselas para reunirse con su familia, especialmente a vivir y devolverle un poco de paz a su esposa, como él lo ha dicho, después de gobernar 10 años Ecuador y habiéndole ganado todas las elecciones democráticas a la oposición; y una vez que se instaló el nuevo presidente Lenin Moreno, a despachar en el Palacio de Carondelet, el 24 de mayo pasado, comenzaría la gran maquinación para destruir la Revolución Ciudadana que encabezó Correa.

Mucha tinta está corriendo sobre el tema ecuatoriano y la gran tragedia que vive el líder político más importante de la historia contemporánea de ese país, el mejor presidente de la historia, refieren sus seguidores. Con él, Ecuador experimentó el inicio de una transformación, lo demuestran aquellos organismos internacionales que incluso llegaron a desdeñar a Correa, pero sobre todo, la realidad. Sin embargo hoy se vive un vuelco al pasado, la última estocada es el encarcelamiento a principios de octubre del Vicepresidente del país Jorge Glas, cercanísimo colaborador de Correa durante la década ganada. Se le acusa de recibir sobornos de la transnacional brasileña Odebrecht.

¿Pero cuál es el pleito entre Correa y Moreno emanados del mismo partido político (Alianza País)? Parece un misterio. Pero hemos de observar que una de las estrategias de Lenin Moreno para diferenciarse de su antecesor, es la bandera anticorrupción, lo que Rafael Correa atendió agresivamente, para ejemplo podemos mirar el escándalo de corrupción que enfrentó él mismo en Petroecuador, viéndose decepcionado de algunos de sus más cercanos ministros perseguidos desde entonces por la justicia. Lenin se ha distanciado al grado de llegar a señalar que ahora a cualquier “pendejada” quieren llamar “revolución”, en alusión a Correa (Moreno dixit).

Deje usted de la pelea entre el máximo líder en Bruselas y el empequeñecido presidente Moreno, que intenta gobernar desde el palacio en Quito. La amenaza a todo este proceso de transformación es evidente, ahora están regresando los pillos del extranjero que no pudieron obtener salvoconducto alguno con Correa, como es el caso del excelentísimo Abdalá Bucaram, expresidente de Ecuador acusado de peculado y exiliado en Panamá. Ahora ya está de nuevo en el país natal y su relación con Lenin Moreno va de maravilla. Se empiezan a repartir al país.

No solo en México es tiempo de canallas, dijera Andrés Manuel López Obrador, en otros lados de la América Latina las realidades canallescas despuntan. El viejo país (y a la vieja usanza), acecha el momento idóneo. La judicialización de la política en Ecuador, como en Argentina o Brasil es terminante. La presión de la oligarquía es muy pero muy pesada sobre los fiscales. Ahora el actual gobierno ecuatoriano organiza ya una consulta popular de 60 millones de dólares (¡!) para evitar que Correa Delgado sea candidato otra vez. Jorge Glas y Rafael Correa estorban para los fines de la élite.


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viernes, 13 de octubre de 2017

Realidades por descubrir

José Isabeles

Cuando James Clerk Maxwell delineó su teoría de las ondas electromagnéticas, en el siglo XIX, abriría paso a descubrimientos sin precedentes. Las ondas electromagnéticas son hoy fundamento de la radio, alarmas en vehículos, televisión, telefonía, rayos X, o del funcionamiento de un microondas. La ciencia avanza, el progreso se ha hecho presente con todas las limitaciones que muestra el ser humano, sin embargo el progreso no se ha democratizado en todo el mundo.

A propósito del descubrimiento de las ondas gravitacionales (que predijo Alberto Einstein hace 100 años), según anunció David Reitze, director ejecutivo del Observatorio por Interferometría Láser de Ondas Gravitacional (LIGO, por sus siglas en inglés); tenemos un nuevo hito en la historia de la ciencia y con beneficios aún por explorar. Lo que es posible estudiar a partir de ahora, con este descubrimiento de ondas de la gravedad, es un conocimiento más preciso del Universo, a través del cual escuchemos “cosas que nunca hemos imaginado”, en palabras de Reitze (BBC, 11 de febrero 2016).

Se ha dicho ya, que Einstein tenía razón sobre la existencia de este tipo de ondas, y ahora, con este acontecimiento se inicia una nueva fase en el mundo de la astronomía. De acuerdo a las pruebas, detectores en 2 continentes separados por miles de kilómetros, registraron en agosto pasado “señales de ondas gravitacionales de un par de agujeros negros colisionando”, con base en información divulgada por medios como El Periódico, de Guatemala. En el proyecto colaboran el Observatorio de Ondas Gravitatorias Virgo y LIGO.

Para el físico y divulgador Paul Davies (Reino Unido, 1946), ahora será como tener un tercer ojo para mirar al cosmos, como “tener delante un libro de texto que confirma todo lo que esperábamos” (en entrevista para Ibercampus.es). Se resalta actualmente el uso de telescopios o radiotelescopios, pero esto abre la posibilidad “a un tipo completamente nuevo de astronomía”, comenta Davies, y es que “ya no se trata de entender el espectro electromagnético, porque las ondas gravitacionales son un fenómeno completamente distinto”, explicó.

En definitiva, podemos pensar que este descubrimiento nos puede lanzar al descubrimiento de otras realidades, o si se quiere ver así: a la construcción de nuevos entornos, ambientes, o contextos; hablamos de otras realidades, de infinitas posibilidades aún sin explorar. Por eso, en hora buena para la humanidad.


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viernes, 6 de octubre de 2017

El significado de progreso

José Isabeles

Para la Real Academia Española (RAE), el progreso es la acción de “ir hacia adelante”, definición que se complementa con una segunda propuesta: “avance, adelanto, perfeccionamiento”. En ese sentido entendemos el progreso como la mejora de las cosas, del entorno o del ser humano. El avance de la especie hacia un mejor estadio, la evolución constante. Sin embargo, “el cambio no es progreso”, asegura Henry Louis Mencken.

Si bien, el cambio no es necesariamente sinónimo de progreso, sí es el cambio un ingrediente para el avance, para ese progreso. En ese sentido las alternativas al progreso son el estancamiento, deterioro y “la eventual extinción de toda vida”, se subraya en el artículo de la Universidad de Stanford The Meaning of Progress (Chapter 1, disponble en: https://web.stanford.edu).

De ahí que el progreso “pueda ser definido como una mejora en el bienestar de los seres humanos”. Se puede agregar que el bienestar depende también del entorno en que se habita. Usualmente el progreso puede ser identificado con “mejoras en la vida pública”, subraya el documento, “mejoras en la civilización, el comportamiento ético o la observancia religiosa”.

Resulta típico que los cambios pueden beneficiar a un segmento de la población, mientras que a otros los hace sentir peor. En esta discusión conceptual, se ejemplifica con la introducción de la democracia, buena para muchos, pero que reduce el poder de una autocracia preexistente. La abolición del apartheid en Sudáfrica logró avances en el bienestar de la población negra pero puso en peligro el estatus social y económico de los blancos dominadores. En economía no es el crecimiento donde se manifiesta el progreso, sino que implica un desarrollo más amplio en cuanto a la calidad de vida. Ahí está la clave.

El Homo Sapiens tiene entre 350 mil y 100 mil años de existencia; pero más atrás ya tuvimos al Homo Erectus, hace aproximadamente 1.5 millones de años en la línea del tiempo. El progreso de nuestra especie es inobjetable. Discutamos lo abstracto de los conceptos pero pasemos también a la realidad, a la meta de transformarla. El entorno avanza en medio de las crisis y estancamientos, cuando nos apropiamos  de la cosa y objetivizamos lo que queremos alcanzar, por ello es crucial la idea del progreso, porque una visión que carece de ello termina deshonrando y sumiendo todas las posibilidades de lo que esa realidad podría ser.

Twitter: @joseisabeles