jueves, 27 de agosto de 2009

El Imperio de la Ley


Leía el encabezado mientras dirigía la mirada para ver con qué frase comenzar. En ocasiones lo espontáneo es lo mejor, a veces no. Acomodé sobre mi mano izquierda doblada, parte de mi quijada, jale aire y me dispuse a escribir. Mis ojos me dicen que me estoy quedando ciego, “ni modo”, les digo yo, cerrándoles por unos segundos. Algún precio tenemos qué pagar, ¿no es así?

No quise titular la opinión de hoy como “Plan Mérida”, pues aunque hablo de él, tal iniciativa no es el espíritu del texto, sino el Imperio, el de la ley, y con él el de la justicia. Imperio viene del latín “imperium”, que podemos traducir como “dominio”. Y extendiendo nuestro coloquio, podemos dirigir la mente hacia un posicionamiento ofensivo contra cualquier inconsistencia en la aplicación de las normas.Justificar a ambos lados
Sabemos que el Plan Mérida, conocido también como Iniciativa Mérida o Plan México, surge de la reunión que sostuvieron el ex-presidente de la Unión Americana, George Walker Bush (hijo), y Felipe Calderón, en 2007, en la ciudad de Mérida, Yucatán. El proyecto ha sido criticado por su similitud con el Plan Colombia, uno signado por Andrés Pastrana y Bill Clinton en 1999, donde quedó en entredicho la soberanía colombiana.

La “Government Printing Office”, que es una oficina de acceso a la información en Estados Unidos, muestra un documento digital acerca de la Iniciativa Mérida, cuando en principio Bush solicitó al Congreso estadounidense recursos para dicho plan, que en un inicio eran 500 millones de dólares para México, y 50 mdd para Centroamérica, pues el Plan también incluye a tal región. El documento de 139 páginas: “The Merida Initiative: Guns, Drugs and Friends” (La Iniciativa Mérida: Armas, Drogas y Amigos), muestra la estructuración de aquel Plan, que hoy si bien no es el mismo, sigue conservando su esencia.

Además del entrenamiento a policías, cuerpos caninos, dotación de aeronaves Cessna Citation, equipamiento de radares, camionetas con rayos x, helicópteros, equipos de cómputo, sistemas de comunicación, y un largo etcétera más, la información revela aspectos como “expandir la cultura de la legalidad”, el “mejoramiento del sistema de justicia criminal” en México, pues señala que “el sistema de administración de justicia es ineficiente” y por tanto está listo para la corrupción. Inclusive habla de apoyo a escuelas de leyes así como a barras de abogados (p. 31).

Se hace ver que la justa observancia en la aplicación de la ley, traerá como resultado que en un largo plazo, los mexicanos respetemos las leyes por convicción, porque si las cosas se están haciendo bien arriba, ¿por qué no habríamos de hacerlo abajo? Se deja claro que permitir a cualquier ciudadano denunciar crimen o corrupción, y garantizarle seguridad en lo posterior, generaría paulatinamente una atmósfera de confianza inquebrantable. En pocas palabras, que impere la ley, y con ello la justicia, y de eso se dará prueba fidedigna, el día glorioso en que caigan no sólo ratoncitos de la política, sino cabezas de sindicatos, congresistas, secretarios de Estado, gobernadores y presidentes de la República.

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jueves, 20 de agosto de 2009

Impuestos, Déficit y Gasto


Lo que hemos visto en los últimos días, no es más que un aspecto quizá previsible, como la matanza en la comunidad de Acteal, donde ahora resulta que los que estaban encarcelados “no eran”. Pero esa es otra historia. Lo de hoy también duele, pega en el bolsillo, después en el estómago. La especulación y la avaricia es lo que siempre termina agravando la situación. En lo económico, la mayor parte del orbe lo ha sufrido, y hoy la ruleta pareciera apuntar hacia nosotros.

Lo dijo Felipe Calderón en Bogotá, que no había nada qué inventar, que simplemente había de tres sopas: salir de mal paso incrementando impuestos, reduciendo el gasto gubernamental, o adquiriendo mayor déficit. Seguramente, como lo hizo ver Luis Miguel González en El Economista (13-08-09), la solución a emprenderse será una pizca de las tres, es decir, se reducirá el gasto, incrementarán impuestos, y se caerá en un mayor déficit (gastar más de lo que se tiene).

Hágase lo que se haga, las medidas girarán en torno a los ya mencionados 300 mil millones de pesos que harán falta en las finanzas públicas para 2010. Hará falta dinero por muchas razones. Una de ellas, la disminución de las remesas que los connacionales envían del extranjero; otra es la desaparición de la cobertura petrolera que se ha tenido este año en relación al crudo, pues el barril se ha pagado a 70 dólares, cuando su precio ha sido mucho menor, y en 2010 la cobertura caducará, lo cual indica que se recibirán menos petrodólares; a su vez, la recaudación fiscal se ha visto agravada, pues si baja el consumo, bajan las ventas, y por ende el pago de impuestos.

“Deuda” es lo de hoy, siempre ha sido así, pues sin crédito las economías nacionales no funcionan. Todo depende del tamaño del crédito, de sus intereses, y plazos para pagarse. Por ejemplo, en Nuevo León, donde ganó el PRI, el gobernador saliente ha anunciado ¡más deuda!, cuando ésta la ha incrementado en el estado en más del 40%, y ahora oscila los 17 mil millones de pesos. Cuando en campaña de Rodrigo Medina de la Cruz, Natividad González anunció el “metro gratis”, así como en parte “los pagos del agua se suspendieron”.

Se habla de incrementar el IVA en alimentos y medicinas, que no sería más del 1%, de esta manera se distribuiría la carga tributaria, pues existe enorme evasión fiscal. ¿Y el plan anti-cíclico? No ha funcionado. Y es que las cosas toman su tiempo, pero también la demora es por la ineficiencia burocrática. Por ejemplo, la refinería comenzará a construirse hasta 2011, ¿se imagina?

La tonada está cantada, menos dinero para programas sociales, menos obra pública, la calidad en los servicios disminuirá aún más. Estados y municipios resentirán los recortes al presupuesto, y ahora sí, tendrán qué ingeniárselas para ver cómo le harán, porque a la gente habrá qué cumplirle. Lo que no me extraña, es que muchos ayuntamientos andan más preocupados por asegurar sus salarios, pues hay muchos que están quebrados literalmente, donde además, el mayor porcentaje de sus presupuestos lo ocupan los sueldos.

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jueves, 13 de agosto de 2009

De aquí a tres años


Ya se acabó el proceso electoral, y aunque aún coexiste basura proselitista entre nosotros, no podemos dejar de pensar en qué ocurrirá después. Hubo de manera formal un sólo ganador, un presidente municipal electo, pero con todo su equipo de trabajo tan cuestionado en Sayula. A su vez, hubo varios perdedores, pero cabe preguntar, ¿son en realidad perdedores aquellos que no ganaron el municipio?

Alguna vez leí por ahí, que hasta en las derrotas, también hay ganancias, y no me refiero a aquello de “ganar perdiendo”, es decir, cuando los candidatos (as) aparentan estar compitiendo en un proceso, y curiosamente pierden (y ganan algo), cuando la verdad era que ya estaban predestinados a fracasar, y de antemano lo sabían. No, me refiero a que en este proceso municipal, en Sayula todos anhelaban triunfar, y por ende compitieron y propusieron dando la mejor cara que tenían.

¿Qué van a hacer entonces aquellos que no ganaron la silla?, ¿trabajarán como excelsos regidores (as) aquellos que al menos lograron eso?, ¿o le harán el feo todo el tiempo al señor veterinario? Lo digo, porque hace algunos días en un periódico local, que vi de pasadita en el centro, me llamó la atención algo en relación a Amilcar Rafael Morales González (PT), decía que mediante teléfono había hecho saber que estaba pensando aún y tomando las consideraciones, para al final “decidir” si tomaría posesión de su encargo como regidor.

Señalaba que debido a su trabajo y a sus negocios, es que se está en esa profunda reflexión. Yo me pregunto, ¿si hubiera ganado él, su trabajo y negocios no hubiesen interferido?, ¿cómo hubiese sido presidente entonces?, ¿de medio tiempo?, entonces ¿cómo es que será regidor? En lo personal, no creo que vaya a desdeñar así a todos aquellos que le confiaron su voto, pero en esta como en otras circunstancias, es cuando se conoce de qué están hechas algunas personas. ¿Volverá Amilcar a esa “vocación” altruista que ya demostró? Veremos.

Los partidos que perdieron de alguna manera, deben aprender esta lección, y comenzar a trabajar, poniendo a disposición de la comunidad, sus aparatos partidistas, puesto que surgieron en base a la permanencia, no con exclusividad para elecciones, ni anquilosados, y eso es arte de su propia ilegitimidad, que se limitan a faltar a una de sus obligaciones: formar ciudadanos, educarlos en relación a una mayor politización de la sociedad.

Haber si se nos hace que el Ayuntamiento ponga ya su portal electrónico, haciendo uso de las tecnologías de la información, de cara al sayulense. Lo que me preocupa es que de aquí a tres años, todo siga con la misma indiferencia de antes. Adquirir entonces un activismo social constante, y de paso, ir pensando ya en su próxima candidata (o), misma que emerja por voluntad de propios sayulenses y no de extraños. Caras nuevas pero visionarias, no el reciclaje barato que comúnmente vemos. Tres años parecen largos, pero francamente no lo son. Y para el ya famoso veterinario: la tercera es la vencida.

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lunes, 10 de agosto de 2009

"De la sierra morena, cielito lindo..."


A estas alturas el licenciado Barack Obama debe estar ya en su querido país, en su “Cielito Lindo”, después de no haber estado ni 24 horas en Guadalajara, pero bueno, al menos debemos ser agradecidos, pues tuvo la gentileza de pisar tierras jaliscienses y enorgullecernos a los que de este terruño formamos parte. Por eso, ¡arriba Jalisco!


Caray, quién diría que hasta el “Cielito Lindo” le cantarían: “… vienen bajando, un par de ojitos negros, cielito lindo de contrabando”. Pero de contrabando no entró el simpático presidente, sino más armas por la frontera que seguramente hicieron presencia durante su estadía. En fin. Sólo deseo ser enfático en dos cosas: lo bueno y lo malo.


Lo bueno. Se habla de acuerdos, aunque haya muchos que sentencien que no es suficiente lo “acordado”, pues sabemos que nunca será suficiente, y que por el contrario, estas reuniones deben ser en lo inmediato, celebraciones que garanticen mejores resultados y que, más allá de venir a tomarse la foto y apantallar, podamos todos juntos celebrar verdaderos acuerdos en relación a su trascendencia y éxito. Por ejemplo, de parte de Canadá, Harper anunció 15 millones de dólares para asistir a México y a América Latina en la lucha contra la delincuencia. Y también anunció la capacitación de 32 jefes policiacos mexicanos (El Sol de México), claro que no podía venir con las manos vacías a México, ¿o sí?


Calderón anunció la construcción de un puente internacional en la frontera (Tamaulipas), a inaugurarse en noviembre próximo. Se puntualizó la necesidad de modernizar la frontera, en relación a estandarizar las regulaciones y certificaciones de los productos que se comercializan entre las tres naciones, “para mejorar la competitividad en la región” (El Universal).


De parte de Mr. Obama, el mulato afroamericano fue firme en su compromiso de fortalecer la lucha contra el tráfico de armas y las drogas en su propio país. “Super Obama” arguyó que, el gobierno mexicano “aplica las técnicas necesarias” en materia de derechos humanos, y que Calderón se comprometió a mayor transparencia respecto a la vigilancia de las garantías individuales (La Jornada). Además de regañar a aquellos críticos que piden intervenir a E.U.A, en el gobierno de facto de Honduras, mismos que han criticado sus intervenciones pasadas. “¿Por fin?”


Lo malo. Que aunque la reforma migratoria se encuentre como tercera prioridad en el Congreso vecino, primero está la reforma de salud, la energética, y lo que es peor, una espera interminable de los connacionales que viven por allá, con una vida y empleo cada vez más menesterosos, muchos apenas comiendo, con la preocupación inagotable del sustento cotidiano.


La Cumbre dejó entonces mucho qué desear, no obstante hacer coincidir a tal envergadura de líderes en un estado tan preciado, pero a la vez tan lleno de pobreza, no es cosa menor, pues además Guadalajara adquiere un papel preponderante ante la comunidad internacional y este se afianza en el momento en que países diversos observan a la Perla Tapatía, como símbolo hegemónico de México.


Quizá el “Cielito Lindo” se lo dedicó Calderón a Obama, veamos: “ese lunar que tienes cielito lindo, junto a la boca, no se lo des a nadie cielito lindo que a mi me toca”. Haciendo memoria, Obama tiene un lunarcito digamos que cerquita de la boca, pero a un lado de su nariz. Y eso de “que a mi me toca”, sería tal vez, un mayor reconocimiento de E.U.A. en vinculación a la distinción que no se ha logrado al interior, pero que sin duda puede ganarse en el ámbito de las relaciones internacionales.


Por eso podemos enfatizar “algo nos toca”, y ese algo es precisamente, que se nos mire cada vez más con los mismos ojos con que se postran ante naciones fuertes como las europeas, que sí se nos tome en cuenta como una nación con enorme potencial, una que le puede ser muy útil a E.U.A (si también se nos apoya como lo han hecho con otros países), pero también una que es capaz de elevar la voz al unísono, y demostrar dignidad y orgullo nacionales, como la gran nación que somos.


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jueves, 6 de agosto de 2009

Cumbre de ricos en un país pobre


Se ha causado algarabía porque el presidente Barack Obama estará visitando Guadalajara, y más aun, la segunda ciudad más importante del país. Y es que, ya le tocó a la Ciudad de México, incluso también a Monterrey; pues Obama estuvo en la primera en abril, y Hillary Clinton estuvo en la capital de Nuevo León. Por eso digo, “hasta que le tocó a nuestra ciudad”.

El 9 y 10 de agosto estará no sólo Obama, sino también Stephen Harper, primer ministro canadiense, y desde luego la institucionalidad presidencial mexicana, Felipe Calderón. Entonces como verá, la reunión no es exclusiva para Obama, en relación al protocolo, aunque los reflectores se enfoquen en él. La reunión trilateral lleva por nombre Cumbre de Líderes de América del Norte, y se ha hecho saber, que la agenda estará ligada al cambio climático, uso de energías limpias, crisis económica, migración y el tema de la influenza.

Pero, ¿qué podemos esperar a ciencia cierta de tal reunión?, ¿Por qué Obama viene a México mostrando un interés peculiar?, ¿es acaso real esa “voz regional” de América del Norte de la que tanto se habla?, ¿podemos creer firmemente en esa “cooperación (recíproca)” de la que tanto se alardea? Tal vez es simplonamente que los anglosajones desean fervientemente seguir manteniendo su hegemonía a costa de países satélites pobres como México, donde con 60 o 70 dólares se paga la semana de un obrero, mientras en Estados Unidos podríamos hablar de 400 o 500 dólares semanales, por decir algo.

Desde el triunfo de Obama, el orbe se ha manejado con cierta expectativa respecto al mulato afroamericano, pero la popularidad de Obama (en descenso) es fruto de los medios de comunicación de aquél país, pues le fotografían fuera de su envergadura presidencial, como abrazando a su esposa cariñosamente, abriendo un juego deportivo, incluso tomando cerveza en un juego de baseball. Lo han convertido entonces en una celebridad y en un presidente con “super poderes”.

Desde luego que se abordará (o al menos comentará) el caso de las visas impuestas a los mexicanos para viajar a Canadá, pues un día despertaron con la noticia de que “ahora se necesita”. El gobierno canadiense lo justifica enfatizando en que esto proveerá de un mayor control sobre el particular caso de México, ya que habrá de comprobarse que las personas viajan ciertos días, que mantienen buena salud, y que no representan riesgo alguno para el país.

A grosso modo, la situación de México se ha encarecido. Por ejemplo, hoy somos más pobres, pues según reporta el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), 47.4% de los mexicanos viven en pobreza, clasificada en tres tipos (de capacidades, alimentaria y de patrimonio). Para este caso, se habla de que el número se ha incrementado en un 5% entre 2006 y 2008, según reportes de El Economista, que es aproximado a 5.1 millones de personas, que serían clasificados como en pobreza de patrimonio (ni con su ingreso satisfacen necesidades de salud, educación, alimentación, vivienda, vestido y transporte público), o alimentaria (no alcanzan a adquirir una canasta básica de alimentos ni con todo su salario).

Desde luego que existen explicaciones para un incremento, podríamos considerar entonces, el incremento en la tasa de natalidad en relación a los porcentajes obtenidos, pero también a ese voraz capitalismo y apertura comerciales que si bien, han servido para mayor competitividad y esfuerzo de los mexicanos con el exterior, también se ha demostrado una enorme desventaja al competir México con países primermundistas como Estados Unidos, los europeos, e incluso con países que han hecho uso de inversiones billonarias en términos de nuevas tecnologías, como China, donde la mano de obra es aun más barata que en nuestro país, y además les reina una dictadura.

El caso es que Obama viene nuevamente, y el discurso ya sabemos cuál es: el de mayor cooperación, mayor competitividad e integración comercial. El rostro humano lo representa en parte el nuevo gobierno estadounidense, con enfoques sociales en relación al Estado de Bienestar, lo paradójico es que “nuestros líderes”, siguen caucionando el bienestar para los barones del dinero, no así para la clase trabajadora, y ahora que tanto necesita el capitalismo de las clases subalternas, estos discursos son muy agradables.

En fin, hay mucha tela de dónde cortar, pero lo esencial es observar que hoy, se visualiza la competitividad en relación a salarios cada vez más paupérrimos, en un país donde los gobiernos sin distingos, tienden cada vez más a la apertura y cooperación recíproca inequitativa, y en ese mismo tenor al desamparo de las clases más importantes de la sociedad: las no burguesas. También, a un Estado de Bienestar que cada vez se encarece más, y se aleja de un objetivo elemental del Estado mexicano: proteger a sus ciudadanos y súbditos y propiciar el mejor de los desarrollos para sus habitantes ante las inclemencias de la vida.

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